El uso de productos fitosanitarios constituye hoy el principal método de lucha contra los parásitos de las plantas.
En ocasiones las plantas ornamentales sufren alteraciones que en general dificultan su desarrollo. Estas alteraciones pueden ser debidas a dos factores:
- Factores bióticos, cuando son seres vivos (bacterias, hongos, virus…) los que causan la alteración. Se pueden clasificar en dos grupos: plagas y enfermedades.
- PLAGAS
- Insectos, que están muy influidos por la temperatura, humedad y luz.
- Ácaros, cuyo desarrollo se ve favorecido por las altas temperaturas y ambientes secos.
- Nemátodos (lombrices).
- Gasterópodos (caracoles, babosas,…).
- Topos y topillos.
Todos estos animales pueden ser fitófagos (se alimentan de las hojas), chupadores (se alimentan de la savia) y atacantes primarios de las plantas, es decir, pueden producir daños a las plantas sanas provocando heridas que suelen ser la puerta de entrada para hongos y bacterias (atacantes secundarios).
- ENFERMEDADES
Estas son causadas por el ataque de virus, bacterias y hongos.
- Bacterias: sólo atacan a las plantas si encuentran alguna vía de entrada a éstas, como por ejemplo heridas.
- Hongos: Pueden ser exteriores (que se desarrollan por fuera de la planta a la que atacan) ó internos que se desarrollan en su interior e incluso en el interior de los vasos conductores impidiendo la circulación de la savia.
- Virus: Organismos que pueden ser transmitidos por injerto u otros medios a las plantas sanas y que siempre necesitan de una planta huésped (parásito obligado).
- Factores abióticos, donde el causante es el ambiente donde se desarrollan las plantas. Podemos destacar:
- Efectos meteorológicos (heladas, lluvias, granizo…)
- Condiciones ambientales
- Condiciones estructurales del suelo
- Condiciones alimenticias